El discurso antimasónico en la prensa falangista (1939-1945)

Con este estudio se pretende analizar el peso del discurso antimasónico en la prensa de orientación falangista durante la Segunda Guerra Mundial en España. Para ello se han seleccionado dos diarios: Informaciones, periódico afín al régimen, falangista y conservador, dirigido por Víctor de la Serna; y Proa, órgano de Falange Española de las JONS de León, nacido el 10 de noviembre de 1936. Por lo tanto, nos enfrentamos, por un lado, a un diario de orientación falangista pero no directamente controlado por la organización, y por otro, a un periódico perteneciente al órgano. Ambos son oficialistas.

El análisis realizado nos permite extraer una conclusión clara, la propaganda antimasónica dejó de ser utilizada durante el franquismo como arma política de combate, el esfuerzo propagandístico del nuevo Estado disminuyó.

La organización de la prensa y propaganda entre 1939 y 1945

El Servicio Nacional de Prensa y el Servicio Nacional de Propaganda dependían del Ministerio de la Gobernación, a través de la Subsecretaría de Prensa y Propaganda.

Con motivo de la reorganización ministerial de agosto de 1939, fue designado subsecretario de Prensa y Propaganda el falangista José María Alfaro. Por otro lado, Serrano Suñer fue nombrado presidente de los Servicios Nacionales de Prensa y Propaganda, puesto en el que permaneció hasta octubre de 1940. Con lo cual, la prensa y la propaganda estaba controlada por Serrano Suñer, incluso después de ser nombrado ministro de Asuntos Exteriores, ya que mantenía el control a través del subsecretario Lorente Sanz.

Antonio Tovar fue nombrado subsecretario de Prensa y Propaganda el 14 de diciembre de 1940 y se le podía considerar como fiel a Serrano.

Los problemas comienzan en mayo de 1941 cuando se produce una crisis de gobierno. Franco remolda el gobierno nombrando como ministro de Gobernación al coronel antifalangista Valentín Galarza, Serrano pierde el control de la propaganda. Aunque, no por mucho tiempo, las competencias en prensa y propaganda se transfirieron del Ministerio de Gobernación a la Secretaría General de FET de cuya Junta Política era presidente Serrano Suñer.

Pero, la influencia del cuñado de Franco empezaba a declinar. José Luis Arrese, Ministro Secretario General del Movimiento, controlaba la Falange y no compartía la visión de Serrano de la organización, la Falange de Arrese se caracterizaba por su sumisión y fidelidad a Franco. Desde ese momento, Serrano Suñer dejaba de ser el intermediario entre los falangistas y el Caudillo. Un decreto con fecha del 10 de octubre del 41 reconocía únicamente la autoridad del ministro secretario, Arrese, en todo lo relativo al funcionamiento interno de la Vicesecretaría de Educación Popular con lo que se reducía aun más la influencia de Serrano.

Los servicios de prensa y propaganda se iban centralizando cada vez más.

El fin de la guerra civil con la victoria del bando franquista no implicó una mayor flexibilidad de los mecanismos de control de la información establecidos durante la contienda. Se intensificó la depuración de periodistas y por orden del 24 de mayo de 1939 se intentó evitar que pertenecieran a la masonería[1]. Las medidas represivas de la censura funcionaban a la perfección.

Durante la mayor parte del conflicto mundial el régimen ordenó a la prensa que mostrara ostensiblemente su apoyo al Eje.

Informaciones y Proa

Informaciones fue un periódico afín al régimen, falangista y conservador, dirigido por Víctor de la Serna, segundo hijo de la escritora Concha Espina.

Proa, órgano de Falange Española de las JONS de León, nació el 10 de noviembre de 1936, antes de cumplirse cuatro meses de guerra y cuando la toma de Madrid por los sublevados parecía inmediata, o al menos así lo pregonaba la propaganda en la retaguardia franquista, que quería contar con un periódico propio para resaltar la esperada “reconquista” de la capital. Luis Corral y Feliú, su primer director, confirma este optimismo colectivo y la urgencia y precipitación para sacar el periódico a la calle en los primeros meses de la guerra. El periódico se gestó de forma espontánea como otros muchos en el bando franquista, sin profesionales y con escasos medios técnicos y económicos, a pesar de contar con los talleres y la maquinaria incautados a la prensa republicana. Finalizada la guerra continúo editándose siendo un instrumento propagandístico del régimen franquista.

Análisis del discurso antimasónico

El periodo de estudio acotado abarca desde el 1 de agosto de 1939, un mes antes del inicio de la contienda mundial, hasta el 30 de septiembre, días después de la caída del III Reich.

Hemos obtenido el resultado de 23 unidades informativas en las que se alude a la masonería.

Podemos observar que encontramos un número mayor de unidades informativas en el diario controlado por el órgano de la Falange.

De las 23 unidades informativas, 10 son noticias, 8 están inscritas en el género de opinión, 4 son editoriales de los diarios y el resto corresponden a reseñas bibliográficas.

12 de las unidades informativas incluyen en su titular el término masonería, mientras que las demás lo incluyen en el cuerpo de la noticia.

Cronológicamente, las informaciones se concentran en los años 1940 y 1941, con 6 noticias respectivamente, que representan el 58 por ciento del total. Los motivos son, por un lado la aprobación de la Ley de Represión de Masonería y el Comunismo y, por otro, la ocupación alemana de Francia y la actuación del gobierno colaboracionista de Vichy. Entre 1942 y 1944 el número de noticias disminuye drasticamente llegando a sumar tan solo 7 apariciones. Durante 1945 no se hace mención alguna a la masonería desde los periódicos analizados.

Para Isabel Martín Sánchez “está evolución es coherente con el giro de la política exterior del régimen, cercana durante los primeros años de la contienda mundial a los intereses de Alemania e Italia, que tan ayuda le habían prestado a Franco durante la guerra. La entrada en el conflicto de Estados Unidos y las derrotas alemanas de la URSS y en el frente africano provocaron un cambio en el discuros franquista, partidario de una aproximación a los países aliados ante el temor a una intervención en España con un régimen calificado internacionalmente como fascista[2]”.

Análisis de contenido

a. Glosario

En la tabla siguiente podemos encontrar todos los términos que aparecen asociados a la masonería en las unidades informativas analizadas:

En total encontramos 58 términos todos ellos de carácter negativo que se asocian a los masones. Analicemos ahora los términos anteriores por bloques temáticos.

En total encontramos 9 términos que relacionan a la masonería con la ignorancia. El 7 de agosto de 1939 Informaciones publica: “la masonería no tiene 33 grados: tiene dos. El grado de los tontos y el de los criminales. Inútil es decir que el más peligroso es el de los tontos, porque no hay nada más peligroso que un tonto al servicio del crimen” (Informaciones, 7 de agosto de 1939).

Son 5 los téminos que ponen de relieve la relación de los masones con la mentira. El 2 de marzo de 1940 en la página segunda de Informaciones podíamos leer: “difunden, so capa de falso humanitarismo, las más atroces calumnias contra la verdadera España” (Informaciones, 2 de marzo de 1940).

En total son 13 los términos que relacionan a la masonería con el asalto al orden establecido y al poder. Para el periódico Informaciones “la Masonería es como negra malla de hierro dentro del Estado. Es como un pulpo de muchos tentáculos que, en un memento, atenaza todas las esferas de influencia de un país” (Informaciones, 26 de febrero de 1940). Es decir, la masonería está siempre detrás conspirando para intentar hacerse con el poder.

Hasta 6 vocablos asocian a la masonería con lo que está oculto. Para Informaciones “quien huye de la luz es porque lleva el mal en las entrañas” (Informaciones, 26 de febrero de 1940).

Como podemos apreciar en la tabla anterior son 9 los términos que hacen referencia a la masonería en relación con cuestiones religiosas y más políticas. Para el diario Informaciones es “una secta de asesinos internacionales, imbuída del satánico designio de destruir la civilización cristiana” (Informaciones, 7 de agosto de 1939).

En total encontramos 19 vocablos que se utilizan con el objeto de denigrar a la masonería. Aunque tenemos que destacar que los anteriores términos también comparten intenciones.

b. Claves del discurso

Contra la religión

Uno de los argumento clásicos para la persecución de los masones es la acusación que se les hace sobre la religión. Según dicha acusación la masonería quiere acabar con la religión. Para el diario Informaciones es “una secta de asesinos internacionales, imbuída del satánico designio de destruir la civilización cristiana” (Informaciones, 7 de agosto de 1939). Los contubernios masónicos intentaron con “furor antirreligioso” (Proa, 10 de marzo de 1944) imponer el ateismo a través de “su creación clásica de ‘Los sin Dios’” (íb). Es decir, querían imponer el laicismo y el ateismo en la sociedad.

A favor del comunismo

A lo largo de la dictadura franquista, el aparato propagandístico del régimen extendío el binomio comunismo-masoneria, al cual, en ocasiones, se uniría el judaísmo. Esta identificación entre comunistas y masones impregnaba las consignas del régimen. Para Informaciones “los Derechos del Hombre, las Ligas y los Clubs no son otra cosa que la pértiga para el salto del Comunismo y del Satanismo sobre la sociedad” (Informaciones, 7 de agosto de 1939). Aunque el diario falangista, Proa, matizaría que “el comunismo, aún siendo aliado de la masonería, obra por su cuenta” (Proa, 14 de septiembre de 1939), aunque cuando los masones se quitaron la careta “había más comunistas que en Rusia” (Proa, 10 de octubre de 1941).

Asaltos al poder: la masonería contra España

La masonería, según las publicaciones analizadas, está detrás de los asaltos al poder en España. Los masones conspiran a lo largo de la historia desde su apoyo a la independencia de las colonias americanas a la desestabilización del dictador de Primo de Rivera. También atacarán al régimen franquista. Según el diario Proa “nos quieren reducir a la desesperanza, al desánimo, a la desilusión. Los vencimos con las armas, y ellos, en la contraofensiva cobarde y solapada –reclutando en todos los estratos sociales las peores almas- se dedican a la faena tenaz y malévola de crear dificultades, de provocar la penuria, de impedir el fervoroso encuadramiento de las masas en la alegría del resurgir español”. (Proa, 15 de junio de 1941). Para el diario “la masonería fue siempre el gran enemigo de España” (Proa, 16 de junio de 1941).

En varias de la desgracias españolas la masonería estaba detrás, para Informaciones “en la pérdida del Imperio colonial español, en la cruenta guerra de la Independencia, en las guerras civiles que asolaron a España durante el pasado siglo, y en las pertubaciones que aceleraron la caída de la Monarquía constitucional y minaron la etapa de la Dictadura, así como los numerosos crímenes de Estado, se descubre siempre la acción conjunta de la Masonería y de las fuerzas anarquizantes movidas a su vez por oscuros resortes internacionales” (Informaciones, 2 de marzo de 1940). Para ese mismo diario “la Masonería es como negra malla de hierro dentro del Estado. Es como un pulpo de muchos tentáculos que, en un memento, atenaza todas las esferas de influencia de un país” (Informaciones, 26 de febrero de 1940). Y no debemos olvidar que son “percursores y principales responsables del estado caótico de España en julio de 1936” (Proa, 1 de octubre de 1941), es decir, de la Guerra Civil.

Los masones representan la anti-España y además “proporcionan armas, simpatías y medios económicos a los opresores de la Patria, so capa de falso humanitarismo, las más atroces calumnias contra la verdadera España, callan y escuchan los crímenes perpetrados por los rojos, cuando no son complices en su ejecución” (Informaciones, 2 de marzo de 1940). “La masonería ha sido en los últimos siglos de España la tuberculosis roedora de nuestra médula histórica” (Informaciones, 11 de septiembre de 1940)

Proa pondría el acento en las falsedades y mentiras de la masonería a lo largo del tiempo “el judaísmo y la masonería se han ensañado con nosotros empleando medios embusteros con brutal ensañamiento y con diábolica tenacidad. No ha habido virtud o heroísmo ni promesa española que no hayan sido villanamente falseadas y presentadas al mundo como abominaciones, vicios y ridiculeces” (Proa, 14 de septiembre de 1939).

Además, la masonería “envenena aquel corazón desesperado por la miseria, corre el avieso rumorcillo de cada día, babea la insidia contra el otro camarada. Fomenta el disentimiento, lanza la consigna derrotista, fragua la conjura en ciernes, corre la alarma y el pánico en el comercio, hace de la Bolsa Negra el instrumento de ruina para nuestra moneda. En suma: el estraperlo, creación de un judío, es el torpedo con el que la masonería intenta hundir a nuestra patria” (Proa, 15 de junio de 1941).

Instigadores de la independencia americana

Una de las claves del discurso antimasónico que más se repiten en las unidades informativas analizadas, es la participación de la masonería en la independencia de las colonias americanas, para Informaciones “aún hoy, la ‘liberación de América’ es uno de los triunfos que, en la hoja de servicios de las logias se apunta entre las mayores glorias masónicas” (Informaciones 26 de febrero de 1940). Para el diario “la emancipación de Hispanoamérica no fue el desenlace natural de una madurez política –que aún no existía-, sino el fruto sembrado y recogido por las logias” (Informaciones, 11 de septiembre de 1940).

Relación con las potencias extranjeras

En numerosas ocasiones se ha relacionado a la masonería con las potencias extranjeras. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y Gran Bretaña se convierten en la diana del discurso antimasónico. Para Proa el objetivo de la masonería es dominar la economía mundial y para ello “tiene en Londres y Washington sus núcleos inspiradores” (Proa, 15 de junio de 1941), además, completa la información añandiendo que “masón de alto grado es el actual rey de Inglaterra, y masones son Roosevelt y su más devotos satélites” (íb). Según el mismo diario, las potencias extranjeras tienen un interés directo en la “debilidad, el desorden y la miseria de España, para así someternos a sus planes y precaverse contra nuestra pujanza reivindicadora de derechos impresciptibles” (íb). Otros de sus objetivos es “implantar, tras varias etapas el laicismo, la socialización y el desorden” (Proa, 26 de agosto de 1941). No debemos olvidar que los masones “tienen su cónclave en Ginebra” (Proa, 29 de octubre de 1941).

La masonería y Francia

La caída de la Tercera República Francesa y el establecimiento del gobierno de Vichy supuso un triunfo propagandístico para el régimen franquista, que no dudó en identificar a la república del país vecino con la masonería. El régimen republicano fue “magnífico campo de cultivo para el laicismo, la masonería y las doctrinas de Marx” (Proa, 8 de marzo de 1942). Y es que “al igual que en nuestra Patria, en Francia se encaramaron en el poder las pandillas judeomasónicas del Frente Popular. Todo lo noble, todo lo espiritual y elevado que había sido gala y honra de la nación francesa, fue escarnecido y pisoteado por los representantes de las logias y del judaísmo internacional, y la proverbial caballerosidad e hidalguía del pueblo galo quedaron convertidas en algo grotesco, separado por un abismo de las virtudes del Caballero Bayardo” (Proa, 12 de diciembre de 1942).

El peligro continúa

Los diarios analizados nos advierten de que “las sectas falsarias no han muerto. Siguen afanadas cada vez más en su infernal tarea” (Proa, 14 de septiembre de 1939) y nos recuerdan que tenemos que tener “cuidado, porque la Masonería cabalga” (Informaciones, 7 de agosto de 1939) y “serpentea entre nosotros” (Proa, 15 de junio de 1941). Aunque no debemos olvidar que “vivimos prevenidos y no nos dejemos engañar por los que hacen de la falsedad su profesión de fe” (Proa, 14 de septiembre de 1939).

Conclusiones

El discurso antimasónico en la prensa de orientación falangista durante el período analizado fue disperso, no sistemático ni abundante, a pesar de que a priori pudiera parecer lo contrario. Quizás la aparición de la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo hizo que ya no fuera necesario recordar cotidianamente quienes eran los enemigos del nuevo régimen.

La función principal de la propaganda antimasónica fue defender el régimen establecido, recordando todos los males que había causado la masonería, desarrollándose dos polos opuestos: el bien (el régimen establecido) y el mal (la masonería, comunismo y judaísmo).

Cronológicamente, la adaptación progresiva del régimen franquista a las circunstancias cambiantes de la guerra mundial es un factor clave para comprender la evolución de la propaganda antimasónica. A medida que la guerra adopta un giro favorable al bando aliado, el discurso antimasónico perderá más peso, aunque ya había perdido bastante, y se dará más preeminencia al papel del comunismo, poniendo el acento en el carácter anticomunista del régimen.

En cuanto al contenido, como hemos visto hasta ahora el discurso desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial no aporta nada nuevo al mito masónico. Se basa en los ejes básicos que se venían desarrollando hasta ese momento.

Es decir, la masonería era la causante de todos los males de España.

Bibliografía

DE LUCAS DEL SER, Carmelo: Proa, diario de la Falange Española de las Jons. La batalla propagandística de las dos Españas en la retaguardia franquista, IH 23, 2003

DOMÍNGUEZ ARRIBAS, Javier: El enemigo judeo-masónico en la propaganda franquista (1936-1945), Marcial Pons Historia, Madrid, 2010

MARTÍN SÁNCHEZ, Isabel: El discurso antimasónico en la postguerra: el diario ABC (1939-1945)

Fuentes documentales

Biblioteca Nacional

[2] MARTÍN SÁNCHEZ, Isabel: El discurso antimasónico en la postguerra: el diario ABC (1939-1945)


[1] DOMÍNGUEZ ARRIBAS, Javier: El enemigo judeo-masónico en la propaganda franquista (1936-1945), Marcial Pons Historia, Madrid, 2010, p. 307

5 comentarios

  1. Es complicado interpretar la Historia de un modo imparcial, más aún siendo «reciente». El problema es que cuando aseveramos cosas discutibles convirtiéndolas en axiomas perdemos toda objetividad: «[…] la coalición del Frente Popular vencedores de las elecciones generales de 1936 […]» ¿está usted segura de eso?
    Sobre un total de 9.716.705 votos emitidos, 4.430.322 fueron para el Frente popular; 4.511.031 para las derechas y 682.825 para el centro. Otros 91.641 votos fueron emitidos en blanco o resultaron destinados a candidatos sin significación política.
    Confieso que no he leído el artículo entero pues, si el argumento de partida falla … las conclusiones no pueden ser «concluyentes» (permítaseme la redundancia).
    Términos como «sublevados», «franquista», «cuñado de Franco» … son de los pocos emitidos por usted, ya que la mayor parte del artículo se limita a transcribir textos sin dar una opinión personal. Sin embargo, esos términos también tienen por objeto establecer de antemano un juicio de valor veladamente … como el que no quiere la cosa.

  2. El artículo tiene muchos valores positivos. Lo que hecho en falta es que no haya una caracterízación de la ideología falangista. Al no hacerla, no debería, al menos, introducir términos como «conservador» junto con falangista, pues no lo se puede ser falangista y conservador. La clave de esta reflexión la da Arnaud Imatz, en su tesis doctoral, aunque hay una edición de ella resumida en JOSE ANTONIO, ENTRE ODIO Y AMOR. Lo recomiendo a todos los lectores. Por lo demás, no sé si conocerá este artículo http://hispania.revistas.csic.es/index.php/hispania/article/view/31/31 se lo recomiendo, porque trata su tema con muchísimos datos.

    Por lo demás, si le interesa el falangismos, también le recomiendo esta base de datos: http://www.patriasindicalista.es/ateneoazul/

    Un saludo

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